Ingredientes (1 pan mediano o 8 porciones)
2 tazas de avena en hojuelas (200 g aprox.)
2 cucharadas de semillas de chía
1 cucharadita de polvo para hornear
2 huevos grandes
1 taza de leche vegetal o normal (250 ml)
2 cucharadas de aceite de oliva o coco (o 1 yogur natural)
2-3 cucharadas de miel, stevia o endulzante al gusto (opcional)
1 cucharadita de canela (opcional)
Pizca de sal
Preparación
Precalentar y preparar: Precalienta el horno a 180 °C y forra un molde pequeño (18–20 cm) con papel manteca o engrásalo ligeramente.
Hidratar chía: Mezcla la chía con 6 cucharadas de agua (o parte de la leche) y deja reposar 5–10 minutos hasta formar un gel.
Triturar avena: En una licuadora o procesadora, tritura la avena hasta obtener harina gruesa (o déjala entera para textura rústica).
Mezclar líquidos: En un bol grande, bate los huevos con la leche, el aceite, endulzante, canela y sal.
Incorporar secos: Agrega la avena triturada, el polvo de hornear y la chía hidratada. Mezcla hasta obtener una masa espesa tipo queque.
Hornear: Vierte la masa en el molde, alisa la superficie y, si deseas, espolvorea avena, chía o nueces. Hornea 30–35 minutos hasta que al pinchar con un palillo salga limpio y esté dorado.
Enfriar y desmoldar: Deja enfriar 10 minutos en el molde y luego desmolda.
Tips
Para versión más húmeda, añade 1 plátano maduro machacado o ½ taza de puré de manzana.
Se conserva 4–5 días en la heladera o congela en rebanadas.
Ideal para untar con palta, mermelada sin azúcar, queso crema o mantequilla de maní.
Bajo en colesterol, alto en fibra y omega-3, ¡y queda increíblemente esponjoso y tierno!