Hay recetas que sorprenden desde el primer bocado… y esta Rosca de Espinaca y Ricotta sin harina es una de ellas. No solo es fácil, rápida y hermosa a la vista, sino que también es una opción ligera, alta en proteínas y tremendamente versátil. Es de esas preparaciones que puedes servir en un brunch, como aperitivo elegante, en una comida con invitados o incluso como plato principal acompañado de una buena ensalada. Cada porción es suave, cremosa y con un sabor equilibrado que combina la frescura de la espinaca con la intensidad del queso parmesano y la ricotta.
Lo mejor: no lleva harina, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan alternativas sin gluten o simplemente quieren un plato más liviano pero saciante. Además, el truco de forrar el molde con queso en lonchas no solo aporta sabor, sino también una textura exterior doradita y ligeramente crujiente que hace que cada corte sea irresistible. Si te gustan las recetas que lucen elaboradas pero se preparan en un abrir y cerrar de ojos, esta se convertirá en una favorita permanente en tu cocina.
Un Plato que Parece Complicado… Pero No Lo Es
Al ver el resultado final —una rosca perfectamente dorada y firme, con un interior verde vibrante, jugoso y aromático— cualquiera pensaría que se trata de una receta compleja. Sin embargo, la realidad es que está hecha casi por completo con ingredientes que probablemente ya tengas en casa: ricotta, espinacas, huevos y un buen queso para intensificar el sabor.
El secreto está en la preparación: mezclar bien, forrar el molde sin huecos, y dejar que el calor haga su magia. Ya sea en el horno o en una olla apta para calor indirecto, la rosca queda maravillosa. Por eso es una receta ideal tanto para principiantes como para personas que quieren lucirse sin complicarse la vida.
Ingredientes (6 porciones)
- Queso en lonchas (el necesario para cubrir fondo y paredes del molde)
- Un manojo grande de espinacas cocidas y muy bien escurridas
- 2 tazas de ricotta
- 3 huevos grandes
- ½ taza de queso parmesano rallado (más un poco extra para la superficie)
- Pizca de sal
- Pimienta negra al gusto
- Ajo en polvo (opcional, pero recomendado)
Preparación Paso a Paso (Detallada y Explicada)
1️⃣ Preparar el molde y crear la “costra” de queso
Engrasa un molde tipo rosca o bundt de unos 24 cm.
Cubre el fondo y las paredes completamente con lonchas de queso, superponiéndolas ligeramente para evitar huecos.
👉 Este paso es clave, porque el queso se convertirá en una cubierta firme y sabrosa que le dará estructura a la rosca y un acabado dorado perfecto.
2️⃣ Mezclar la ricotta con las espinacas
Coloca en un bol grande la ricotta, las espinacas bien escurridas y picadas, los huevos, el queso parmesano, la sal, la pimienta y el ajo en polvo.
Mezcla todo con una espátula o batidor de mano hasta obtener una preparación homogénea.
👉 Si las espinacas tienen exceso de agua, la mezcla quedará líquida y la rosca no cuajará bien. Asegúrate de apretarlas con tus manos o envolverlas en un paño para retirar toda la humedad.
3️⃣ Verter la mezcla en el molde
Vierte la mezcla dentro del molde forrado con queso.
Alisa la superficie con una espátula y espolvorea un poco más de parmesano por encima.
Este parmesano extra creará una capita dorada y ligeramente crujiente cuando la rosca se hornee o cocine al vapor.
4️⃣ Cocinar: dos métodos posibles
Opción A: Al horno
- Precalienta a 180°C.
- Hornea durante 25–30 minutos, o hasta que la superficie esté doradita y al mover el molde notes que la mezcla está firme.
Opción B: En olla sobre la estufa
Ideal si no quieres encender el horno.
- Coloca una rejilla o base dentro de la olla para que el molde no toque directamente el fuego.
- Tapa y cocina a fuego bajo-medio durante unos 20 minutos, hasta que cuaje.
Ambas opciones funcionan perfecto: elige la que mejor se adapte a tu cocina.
5️⃣ Reposar y desmoldar sin romperla
Apaga el fuego y deja reposar la rosca 5 minutos dentro del molde.
Luego desmolda sobre un plato amplio.
Si en algún punto temes que se pegue, pasa una espátula fina por los bordes para ayudar a despegarla.
Cómo Servirla para que Luzca Espectacular
Esta rosca es deliciosa tanto tibia como fría. Aquí tienes algunas ideas para presentarla:
- Con una ensalada fresca de tomates cherry, pepino y un chorrito de aceite de oliva.
- Acompañada de salsa de yogur con limón, sal y pimienta.
- En una tabla de aperitivos, junto a aceitunas, jamón serrano, tomates secos y pan crujiente.
- Como brunch, con huevos revueltos y tostadas.
También puedes cortarla en cubos pequeños como bocaditos para fiestas. En cualquier versión, la textura suave pero firme la hace perfecta para cortar y servir sin que se desmorone.
Variaciones Deliciosas para Personalizar tu Rosca
Una de las cosas más lindas de esta receta es lo adaptable que es. Aquí tienes ideas para crear tus propias versiones:
✔️ Alta en proteína
Sustituye la mitad de la ricotta por cottage. Queda aún más cremosa y con más proteína.
✔️ Con más sabor
Añade una cucharadita de mostaza Dijon o cebolla sofrita.
✔️ Vegetariana potente
Incorpora champiñones salteados, pimientos asados o alcachofas.
✔️ Para amantes del queso
Agrega cubos pequeños de mozzarella a la mezcla antes de hornear.
Tiempos
- Preparación: 10 minutos
- Cocción: 20–30 minutos
- Total: 30–40 minutos
Porciones
Rinde 6 porciones abundantes.
Conclusión
La Rosca de Espinaca y Ricotta sin harina es ese tipo de receta que combina lo mejor de todos los mundos: saludable, fácil, económica, hermosa y deliciosa. Funciona para cualquier ocasión, se prepara en minutos y siempre queda bien. Su textura suave y cremosa, el sabor fresco de las espinacas y esa corteza doradita de queso la convierten en un plato que rápidamente se volverá un clásico en tu mesa.
Pregunta final
¿La prepararías con ricotta solamente o probarías la versión más proteica con mitad ricotta y mitad cottage?